20 de Agosto
HACIA LA LIBERTAD EMOCIONAL
Ya que las relaciones defectuosas con otros seres humanos casi siempre han sido la causa inmediata de nuestros sufrimientos, incluyendo nuestro alcoholismo, no hay otro campo de investigación que pueda ofrecernos recompensas más gratificadoras y valiosas que éste.
— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 78
La buena voluntad es algo peculiar para mí porque, con el tiempo, parece venir primero con conciencia, pero después con un sentimiento de incomodidad que me hace querer ponerme en acción. Mientras yo pensaba en dar el Octavo Paso, mi disposición a hacer reparaciones me llegó como un deseo de perdonar a otros y a mí mismo. Sentí el perdón hacia otros después de darme cuenta de mi parte en las dificultades de mis relaciones. Quería sentir la paz y la serenidad descritas en las Promesas. Por la práctica de los siete primeros Pasos, me di cuenta de a quiénes había causado daño y de que yo había sido mi peor enemigo. Para restaurar mis relaciones con mis semejantes, sabía que tendría que cambiar. Quería aprender a vivir en armonía conmigo mismo y con otros para así poder también vivir en libertad emocional. El principio del fin de mi aislamiento de mis compañeros y de Dios me llegó cuando escribí la lista de mi Octavo Paso.