martes, 25 de junio de 2019
Reflexión Diaria 25 de Junio
25 de JUNIO
UNA CALLE DE DOS SENTIDOS
Si se lo pedimos, Dios ciertamente nos perdonará nuestras negligencias. Pero nunca nos va a volver blancos como la nieve y mantenernos así sin nuestra cooperación.
— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 62
Cuando yo rezaba, acostumbraba omitir muchas cosas por las cuales necesitaba ser perdonado. Creía que si no mencionaba esas cosas a Dios, Él nunca sabría nada de ellas. No sabía que si yo me perdonaba por algunas de mis deudas pasadas Dios también me perdonaría. Siempre se me había enseñado a prepararme para el viaje a través de la vida, sin darme cuenta nunca hasta llegar a A.A. —cuando sinceramente llegué a estar dispuesto a que se me enseñara el perdón y el perdonar— que la vida en sí es el viaje. El viaje de la vida es un viaje feliz, siempre que esté dispuesto a aceptar el cambio y la responsabilidad.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
UNA CALLE DE DOS SENTIDOS
Si se lo pedimos, Dios ciertamente nos perdonará nuestras negligencias. Pero nunca nos va a volver blancos como la nieve y mantenernos así sin nuestra cooperación.
— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 62
Cuando yo rezaba, acostumbraba omitir muchas cosas por las cuales necesitaba ser perdonado. Creía que si no mencionaba esas cosas a Dios, Él nunca sabría nada de ellas. No sabía que si yo me perdonaba por algunas de mis deudas pasadas Dios también me perdonaría. Siempre se me había enseñado a prepararme para el viaje a través de la vida, sin darme cuenta nunca hasta llegar a A.A. —cuando sinceramente llegué a estar dispuesto a que se me enseñara el perdón y el perdonar— que la vida en sí es el viaje. El viaje de la vida es un viaje feliz, siempre que esté dispuesto a aceptar el cambio y la responsabilidad.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
Reflexión Diaria 24 de Junio
24 de JUNIO
UN JARDÍN DE INFANCIA ESPIRITUAL
No dirigimos sino un jardín de infancia espiritual, en el que se hace posible a los borrachos superar la bebida y encontrar la gracia para vivir de mejor manera.
— COMO LO VE BILL, p. 95
Cuando llegué a A.A. estaba agotado por la botella y quería perder mi obsesión por la bebida, pero realmente no sabía cómo hacerlo. Decidí quedarme el tiempo suficiente para aprender de los que me habían precedido. ¡De repente estaba pensando en Dios! Se me dijo que encontrara un Poder Superior y yo no tenía idea de cómo sería éste. Descubrí que hay muchos Poderes Superiores. Se me dijo que encontrara a Dios como yo lo concibo, que en A.A. no había doctrina sobre la Divinidad. Encontré lo que me daba resultados y luego le pedí a ese Poder Superior que me devolviera mi sano juicio. Se me quitó la obsesión de beber y —un día a la vez— mi vida continúa y he aprendido a vivir sobrio.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
UN JARDÍN DE INFANCIA ESPIRITUAL
No dirigimos sino un jardín de infancia espiritual, en el que se hace posible a los borrachos superar la bebida y encontrar la gracia para vivir de mejor manera.
— COMO LO VE BILL, p. 95
Cuando llegué a A.A. estaba agotado por la botella y quería perder mi obsesión por la bebida, pero realmente no sabía cómo hacerlo. Decidí quedarme el tiempo suficiente para aprender de los que me habían precedido. ¡De repente estaba pensando en Dios! Se me dijo que encontrara un Poder Superior y yo no tenía idea de cómo sería éste. Descubrí que hay muchos Poderes Superiores. Se me dijo que encontrara a Dios como yo lo concibo, que en A.A. no había doctrina sobre la Divinidad. Encontré lo que me daba resultados y luego le pedí a ese Poder Superior que me devolviera mi sano juicio. Se me quitó la obsesión de beber y —un día a la vez— mi vida continúa y he aprendido a vivir sobrio.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
Reflexión Diaria 23 de Junio
23 de JUNIO
CONFIAR EN OTROS
Pero, ¿acaso la confianza nos exige que hagamos la vista gorda a los motivos de otra gente, o de hecho, a los nuestros? Claro que no; esto sería una locura. Sin duda, debemos considerar, en toda persona en que confiemos, tanto su capacidad para perjudicar como su capacidad para hacer bien. Un inventario privado de este tipo puede enseñarnos el grado de confianza que debemos extender en cualquier situación determinada.
— COMO LO VE BILL, p. 144
Yo no soy víctima de otros, sino más bien una víctima de mis esperanzas, de mis decisiones y de mi deshonestidad. Cuando espero que otros sean lo que yo quiero que sean y no lo que ellos son, cuando ellos no cumplan con mis expectaciones, entonces me siento lastimado. Cuando mis decisiones se basan en mi egocentrismo, me siento solitario y receloso. Sin embargo, cuando practico la honestidad en todos mis asuntos, invariablemente gano confianza en mí mismo. Cuando examino mis motivos y soy honesto y confiado, soy consciente de los posibles daños que algunas situaciones pueden entrañar y puedo evitarlas.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
CONFIAR EN OTROS
Pero, ¿acaso la confianza nos exige que hagamos la vista gorda a los motivos de otra gente, o de hecho, a los nuestros? Claro que no; esto sería una locura. Sin duda, debemos considerar, en toda persona en que confiemos, tanto su capacidad para perjudicar como su capacidad para hacer bien. Un inventario privado de este tipo puede enseñarnos el grado de confianza que debemos extender en cualquier situación determinada.
— COMO LO VE BILL, p. 144
Yo no soy víctima de otros, sino más bien una víctima de mis esperanzas, de mis decisiones y de mi deshonestidad. Cuando espero que otros sean lo que yo quiero que sean y no lo que ellos son, cuando ellos no cumplan con mis expectaciones, entonces me siento lastimado. Cuando mis decisiones se basan en mi egocentrismo, me siento solitario y receloso. Sin embargo, cuando practico la honestidad en todos mis asuntos, invariablemente gano confianza en mí mismo. Cuando examino mis motivos y soy honesto y confiado, soy consciente de los posibles daños que algunas situaciones pueden entrañar y puedo evitarlas.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
Reflexión Diaria 22 de Junio
22 de JUNIO
HOY, SOY LIBRE
Esto me llevó a la sana conclusión de que había muchísimas situaciones en el mundo ante las cuales yo no tenía ningún poder personal — que si estaba tan dispuesto a admitir que éste era el caso respecto al alcohol, tendría que reconocer lo mismo respecto a otros muchos asuntos: tendría que sosegarme y saber que Él, no yo, era Dios.
— COMO LO VE BILL, p. 114
Estoy aprendiendo a practicar la aceptación en todas las circunstancias de mi vida, para poder disfrutar de tranquilidad de espíritu. En el pasado la vida era una constante batalla porque yo creía que tenía que pasar cada día peleando conmigo mismo y con todos los demás. Finalmente, esto se convirtió en una batalla perdida. Terminaba emborrachándome y llorando por mi miseria. Cuando empecé a desprenderme y dejar que Dios se hiciera cargo de mi vida, empecé a tener tranquilidad de espíritu. Hoy soy libre. Ya no tengo que pelear con nadie ni con nada.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
HOY, SOY LIBRE
Esto me llevó a la sana conclusión de que había muchísimas situaciones en el mundo ante las cuales yo no tenía ningún poder personal — que si estaba tan dispuesto a admitir que éste era el caso respecto al alcohol, tendría que reconocer lo mismo respecto a otros muchos asuntos: tendría que sosegarme y saber que Él, no yo, era Dios.
— COMO LO VE BILL, p. 114
Estoy aprendiendo a practicar la aceptación en todas las circunstancias de mi vida, para poder disfrutar de tranquilidad de espíritu. En el pasado la vida era una constante batalla porque yo creía que tenía que pasar cada día peleando conmigo mismo y con todos los demás. Finalmente, esto se convirtió en una batalla perdida. Terminaba emborrachándome y llorando por mi miseria. Cuando empecé a desprenderme y dejar que Dios se hiciera cargo de mi vida, empecé a tener tranquilidad de espíritu. Hoy soy libre. Ya no tengo que pelear con nadie ni con nada.
Del libro Reflexiones diarias
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