29 de JUNIO
UN EFECTO DE ONDA
Ya que habíamos aprendido a vivir con tanta felicidad, podríamos enseñar a todos los demás a hacer lo mismo… Sí, nosotros los A.A. teníamos estos sueños. Era natural que los tuviéramos, puesto que la mayoría de los alcohólicos somos idealistas en bancarrota… ¿Por qué no compartir nuestra manera de vivir con todo el mundo?
— DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 151
El gran descubrimiento de la sobriedad me llevó a sentir la necesidad de divulgar las “buenas nuevas” al mundo a mi alrededor. Regresaron los grandiosos pensamientos de mis días de bebedor. Más tarde, me di cuenta de que concentrarme en mi propia recuperación era un proceso de plena dedicación. A medida que me iba convirtiendo en un ciudadano sobrio de este mundo, observaba un efecto de onda el cual, sin ningún esfuerzo consciente de mi parte, alcanzaba cualquier “entidad allegada o empresa ajena”, sin desviarme de mi propósito primordial de mantenerme sobrio y ayudar a otros alcohólicos a lograr la sobriedad.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.