21 de JULIO
UN DON INAPRECIABLE
Para esta etapa, según toda probabilidad, hemos alcanzado hasta cierto punto la liberación de nuestras desventajas más arrolladoras. Disfrutamos de momentos en los cuales hay algo parecido a la verdadera tranquilidad de espíritu. Para aquellos de nosotros que hasta ahora sólo hemos conocido la excitación, depresión o ansiedad (en otras palabras, todos nosotros), esta paz recién encontrada resulta un don inapreciable.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 79
Estoy aprendiendo a "desprenderme" y "dejarlo en manos de Dios", a tener una mente abierta y un corazón dispuesto a recibir la gracia de Dios en todos mis asuntos; de esta manera puedo experimentar la paz y libertad que vienen como resultado de la entrega. Se ha demostrado que un acto de entrega, que se origina en la desesperación y en la derrota, puede convertirse en un continuo acto de fe, y que la fe significa libertad y victoria.