12 de ABRIL
RENUNCIAR A LA DEMENCIA
. . . en lo que concierne al alcohol hemos sido extrañamente dementes.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 36
Lo quisiera o no, el alcoholismo requería que yo bebiera. La demencia dominaba mi vida y ésta era la esencia de mi enfermedad. Me robaba mi libertad de escoger respecto a la bebida y, consiguientemente, me robaba todas las demás opciones. Cuando bebía no podía tomar decisiones efectivas referentes a cualquier aspecto de mi vida y ésta se convirtió en inmanejable.
Le pido a Dios me ayude a entender y aceptar el significado total de la enfermedad del alcoholismo.